martes, 18 de noviembre de 2014

ORIGENES DE LA MASONERIA "Una Perspectiva"

El origen de la masonería podría ser rastreado a partir de las primeras organizaciones humanas donde el descubrimiento y utilización de nuevas tecnologías presentaban un panorama diferente en cuanto al desarrollo social e individual. Algunos autores proponen como uno de los primeros arquetipos comparables a la idea masónica el de “ADAN”. Este es, sin duda, una clara referencia para dar inicio a este trabajo.

            Haciendo una reflexión acerca de lo bíblicamente acontecido, podemos metaforizar este hecho puntual de la “decisión del primer hombre” (cualquiera fuera su apariencia) como una suerte de necesidad o tal vez curiosidad de saberse liberado; de abrir los ojos al conocimiento y encaminarse hacia una búsqueda exterior e interior que posibilite el acceso a su propia evolución. Aquel acto consumado, les abrió los ojos, al instante en que, al darse cuenta de que estaban desnudos,  con hojas de higuera se hicieron delantales. Dios lo vistió luego con pieles y lo mandó a errar, a buscar su propio camino atado a su propia conciencia. A partir de ese momento la comunicación con Dios resultó diferente ya que el hombre, al emprender su propio camino, no formaba más parte del Todo en la manera primordial, adquiriendo conciencia de lo bueno y lo malo.

Desde el inicio de los tiempos, en diversos puntos del planeta, el hombre desarrolló y mantuvo enseñanzas a través de ceremonias y rituales de carácter sagrado, formando así un paralelismo afín a todas las culturas, que por más alejadas que se encuentren y que, tal vez inimaginadas entre ellas, estaban unidas en esa búsqueda abisal implícita desde remotísimos tiempos y que les ayudaron a comprender los misterios que las rodeaban y con ellos, la razón de la existencia y permanencia en la tierra.

Fueron los pueblos más importantes y desarrollados los que legaron y develaron los secretos y las enseñanzas a la humanidad. Desde aquellos rituales e iniciaciones tribales, hasta las ceremonias cargadas de símbolos y objetos ritualísticos, la masonería absorbió, estudió, desarrolló y proyectó en sus miembros estas enseñanzas para favorecer con ellas el crecimiento interior de los mismos, como así también el desarrollo de la comunidad donde estos se hallaran insertos.

Como expuse en líneas anteriores, la necesidad abisal colocada en la profundidad del entendimiento del hombre, los hace desarrollar caminos diferentes, pero afines en la idea; todos los caminos conducen hacia la búsqueda de su origen, misión y estadía en la tierra. Los antiguos, al encontrarse cara a cara con fenómenos inexplicables y las fuerzas de la naturaleza comenzaron a generar arquetipos con la finalidad de abrazarlos. Desde este punto de vista, comenzaron a aparecer los primeros dioses del bien y del mal, del día y de la noche, caracterizando la dualidad existente desde el momento mismo de la Creación. Sin embargo, fueron los iniciados quienes ahondaron más profundamente en los misterios que lo rodeaban. De esa manera, los misterios y secretos más profundos fueron transmitidos por generaciones entre los iniciados de todos los tiempos.

Estos guías conformaban grupos selectos a quienes transmitían y enseñaban paulatinamente los misterios. Los aprendices guardaban con el mayor de los celos lo aprendido. Los que traicionaban a estos grupos develando los misterios, a hombres sin preparación previa, eran duramente castigados.

Todas las enseñanzas con tradiciones iniciáticas de todos los pueblos de la antigüedad, pueden considerarse análogas, porque persiguen de diferente manera, con diversos métodos una finalidad en común; la comprensión de la Unidad del hombre con el Todo.

Muchos fueron los pueblos de la antigüedad que develaron a los hombres sus misterios. De todos ellos, la masonería y otros movimientos con tradiciones iniciáticas se sirvieron para acceder, estudiar y profundizar a lo largo de los años. Otros puntos de vital importancia para la masonería fueron las comunidades místicas de Palestina, Egipto y Grecia, a ellas podemos agregarles las escuelas filosóficas Vedanta, Pitagórica y Eclética o Alejandrina. El Cristianismo Gnóstico desarrolló un sincretismo entre la Biblia y los misterios de la antigüedad, esto motivó la inmediata persecución de la Iglesia.

 La Cabala y la Alquimia también nutrieron a la masonería de manera directa. La Cabala es una tradición Sagrada que trata el simbolismo y el significado de los números y de las letras y con ello, el poder de la Palabra, EL VERBO. La Alquimia trata de encontrar a través de profundas enseñanzas de los misterios herméticos la elevación del hombre. Esto tiene una clara conexión con la masonería, ya que, con respecto a la piedra filosofal, se puede asemejar con la piedra bruta, es decir que la Alquimia tiene por objeto transmutar los metales inferiores en oro, la masonería tiene como objetivo transformar la piedra bruta en una forma perfecta, como una metáfora de la transformación del hombre de manera interior y exterior, y así el desarrollo universal. El objeto de la Alquimia es transformar la sustancia terrestre espiritualizándola.


Jesús instruía a los hombres comunes a través de parábolas, mientras que a sus discípulos les profundizaba sus enseñanzas pasando así de lo exotérico a lo esotérico.


En conclusión, todas las religiones y corrientes filosóficas y místicas persiguen un fin común, un mismo objetivo que es el de la preparación y posterior elevación del hombre y con ello el reconocimiento de la Unidad que rige todas las leyes, que en la masonería es el G.·.A.·.D.·.U:.

Durante la edad media, en occidente surgieron varias sociedades secretas y órdenes místicas relacionadas con tradiciones iniciáticas; las de mayor trascendencia y cuyo legado influyeron en los orígenes de la masonería fueron “La Orden del Temple” y la “Fraternidad Rosacruz”. La primera surgida hacia 1118 con la finalidad de defender a los peregrinos que marchaban a Jerusalén luego de la Primera Cruzada. Sus secretos iniciáticos fueron la excusa perfecta para que la Iglesia comience una persecución sistemática despojándola de las riquezas y de su gran poderío en acenso. La “Fraternidad de Rosacruz” nació hacia el año 1378. La tradición relata que su fundador Cristian Rosacruz, fue un iniciado que recorrió varios países donde le fueron develados sus misterios. Bernard Livegoed, en el libro “Sobre la salvación del alma” expone que Cristian Rosacruz fue una de las encarnaciones de Hiram Habiff, el constructor del Templo de Salomón. Este rey (descendiente de Abel) poseía grandes conocimientos cósmicos, pero era incapaz de llevar esos conocimientos al plano operativo, es por ello que para cumplir con su cometido precisaba un descendiente de Caín. En la leyenda del templo Hiram expresa que es un descendiente de Tubalcaín, “el inventor de la forja”  y de la construcción. La palabra Caín significa “el que sabe hacerlo”. Caín fue el primero en trabajar y cultivar la tierra. Es el herrero que transforma el hierro bruto en refinadas herramientas. Esta es la tarea del Rosacruz, refinar la sustancia.


De todo lo expuesto anteriormente, y especialmente estos últimos dos movimientos, nace la masonería, que al decir de Jorge Audoum, es el “Arca de los Tesoros de las antigüedades”

Sabido es que los constructores de la antigüedad eran poseedores de grandes conocimientos del cosmos, geografía y matemáticas. Ejemplo ineludible es el de la Pirámide de Keops, que analizada de manera profunda es, evidentemente, mucho más que una tumba, es una construcción casi perfecta en sus dimensiones y posición en la tierra. Se trata de una miniatura perfecta de las leyes del Universo que asimismo se encuentran en el cuerpo del hombre. Ello devela que los antiguos constructores eran verdaderos iniciados que conocían el misterio del hombre y su proyección con el universo. Otro de los monumentos más trascendentales fue el Templo de Salomón construido por los fenicios bajo la conducción del iniciado Hiram Abiff. En Grecia, debido a la influencia de Fenicia, se formaron agrupaciones de obreros Dionisíacos. En Roma, el Rey iniciado Numa Pompillo creó los Collegia Fabrorum, compuestos  por un maestro y dos discípulos que pronto se expandieron por toda Europa reemplazando a las tradiciones antiguas por cristianas. Estos realizaron sincretismos cambiando de nombre a las antiguas deidades por el de santos, por ejemplo Jano/San Juan, Baco/San Bajos, Dionisio/San Denis.      

La masonería especulativa tuvo sus inicios en los grandes constructores de la Edad Media. Estas organizaciones secretas se dedicaban a la edificación de obras monumentales como catedrales y palacios. Al igual que en todas las corrientes iniciáticas, los secretos y el simbolismo de las construcciones erigidas eran guardados de manera rígida. Estos solo eran transmitidos únicamente a los miembros de la organización y de acuerdo al grado que cada uno poseyera. En los siglos XV y XVI, estas organizaciones, llamadas logias, comenzaron a aceptar en sus filas a personalidades del arte, la política, el mundo eclesiástico y a intelectuales como miembros aceptados. Como consecuencia de la decadencia de la Iglesia en el siglo XVII, la construcción también decayó, y con ello las corporaciones de masones operativos quedando muy pocas en vigencia; especialmente se conservaron en Inglaterra.

De esta manera la masonería siguió erigiendo edificaciones magnificas, pero también se comenzaron a idealizar y erigir templos interiores, donde cada iniciado pudiera albergar, cuidar, enseñar y despojarse de la opresión ejercida por los diferentes dogmas, obteniendo así la liberación. Una libertad que permitiera mejorar al iniciado su estado moral y espiritual y a su vez elevar el contexto en donde habita. Con el paso del tiempo, la manera operativa dejó el lugar a la manera interior o simbólica.



El en 24 de junio de 1717, día de San Juan, se reúnen en Inglaterra, cuatro Logias para debatir y conformar la Gran Logia Madre. En 1723 esta Gran Logia publica “La Constitución de los Masones Libres” conocida como la Constitución de Anderson” al ser James Anderson quien la escribió. En 1725 y 1726 se fundan las Primeras Logias en Francia. En 1929, La Gran Logia de Inglaterra publica “Los Principios Fundamentales para el Reconocimiento” como respuesta a los Orientes, quienes interpretaban los principios de manera errónea. En 1938 publica “Metas y Relaciones de la Masonería Simbólica”

Muchos autores coinciden en que la masonería llega a Norteamérica en 1762 cuando Estevan Morin arriba como Diputado Inspector General para el Nuevo Mundo, nombrado por el Gran Consistorio de Príncipes del Real Secreto de París. Una vez en estas tierras comenzó a desarrollar logias a la par de las trece colonias, hasta mediados del Siglo XIX. En México se conocieron Logias desde 1789.

Si bien existen datos referidos a movimientos masónicos en América Central y América del Sur, el principal difusor de la misma fue sin dudas fue el arequipeño Francisco Miranda que vivía en Europa y que había luchado por la Independencia de Estados Unidos. Miranda tenía contactos con las Logias de Francia; pero es en Inglaterra donde impulsa la Gran Reunión Americana o Sociedad de los Caballeros Racionales integrada por latinoamericanos residentes en Europa, que la historia reivindica como los padres de la Liberación Sudamericana. Esta GRA sería también germen de la Logia Lautaro.

Los orígenes en nuestro país datan de finales del siglo XVIII, cuando funcionaba en Buenos Aires la Logia Independencia, con carta constitutiva en Francia. En 1801 Juan de Silva Cordeiro, de origen portugués e iniciado en Francia durante su fuga del Brasil, recala en Buenos Aires donde funda un triángulo masónico que hacia 1807 se convierte en la Logia de San Juan de Jerusalén de la Felicidad, institución precursora en nuestro país. En ese mismo año se establecen en Buenos Aires dos Logias Nuevas de Origen Inglés, Hijos de Hiram y La Estrella del Sur integradas por tropas invasoras. San Martín fue iniciado en la Logia Legalidad de Cádiz en 1808 y en Buenos Aires crea un taller masónico cuyos miembros fueron renombrados patriotas. De este trabajo surge la Logia Lautaro, organización que tuvo vital importancia en la construcción de nuestro país. 





En 1853, sancionada la Constitución nacional, la masonería argentina florece cooperando en la Organización de la República Argentina. El 8 de marzo de 1856 se funda la Logia Unión del Plata considerada como la que inaugura el segundo periodo de la masonería argentina. El 11 de diciembre de 1857 se funda la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones como consecuencia de la unión de siete Logias eligiendo como Primer Gran Maestre al Dr. José Roque Pérez. En 1935 existió también una Organización llamada G.O.F.A (Gran Oriente Federal Argentino) constituida principalmente por españoles que huían de la guerra civil. Se trataba de una rama irregular de la Masonería Nacional que desarrolló una tarea de cultura laica a través de la Acción Laica Argentina. En 1957 esta institución se fusiona con la Gran Logia de Argentina, lo cual unió definitivamente a la masonería argentina.

Para terminar este trabajo rescato la importancia de los ideales masónicos que, llevados adelante por patriotas americanos, impulsaron la independencia y posterior construcción de las naciones que hoy existen. No solamente en la discusión de ideas libertarias sino poniendo el cuerpo como garantía al llevar el ideario hasta poniendo en riesgo la vida.

MASONERIA EN GUEMES

Para ejemplificar mejor esta tertulia, debo decirles que la masonería llegó a Guemes casi a la par de los ferrocarriles y fueron ellos , junto a vecinos entusiastas los que forjaron nuestro pueblo, así quedaron para el recuerdo Clubes e Instituciones, calles y monumentos funerarios que dan fe del paso de la masonería en Güemes. Club UNION, (El trabajo en Unión es la una de las bases de la Masonería). Club BELGRANO (Prócer y reconocido Masón), Biblioteca DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO (Gran Maestre de la Argentina), Hospital DR JOAQUIN CASTELLANOS (Masón, escritor, periodista y doctor), Club JORGE NEWBERY (Masón, fundador de la Aeronáutica Militar Argentina), La SOCIEDAD DE AYUDA MUTUA, La FRATERNIDAD (Valor e ideal masónico). Club SAN MARTIN (Prócer y reconocido masón) Escuela JUSTO JOSE DE URQUIZA (Masón, Militar y político, gobernador de Entre Ríos, líder del Partido Federal y Presidente de la Confederación Argentina entre 1854 y 1860) Escuela HILARIO ASCASUBI (Masón y poeta y político), Colegio Dr. MARIANO MORENO (Prócer y reconocido masón), Las principales calles de la ciudad tienen nombre masones: ALEM, FRAY CAYETANO RODRIGUEZ (Cura masón), SAN MARTIN, SARMIENTO, CABRED, AMEGHINO, MORENO, BELGRANO, LIBERTAD (Otro Valor e Ideal Masónico), RIVADAVIA, entre otras todavía por investigar. Por otra parte todos los presidentes argentinos que visitaron Guemes fueron masones: AGUSTIN P. JUSTO, PERON, ILLIA y ALFONSIN, entre otros

Se cree que los masones dejaron la ciudad de General Guemes en la década del 50. La Logia se llamaba LOS HIJOS DEL TRABAJO.

Asimismo, habiendo ingresado a esta hermandad y teniendo la gran dicha de ir adentrándome en informaciones certeras a cerca de estos hechos americanos y universales, es que puedo vislumbrar con satisfacción una comprensión de la historia mucho más integral, acabada y trascendente. Todo esto deriva en una profunda esperanza ya que la historia se sigue escribiendo a través de los que procuramos, -y ojalá Dios, Lo Absoluto, El Todo, Jehová, o El Gran Arquitecto del Universo o como quieran nombrarlo, nos siga inspirando y guiando en estos tiempos de grandes cambios-, llevar adelante acciones que favorezcan el perfeccionamiento individual y comunitario que conducirán al bienestar  principalmente de los miembros de esta orden, de su familia y de la sociedad donde estamos insertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.