jueves, 20 de noviembre de 2014

MASONES ILUSTRES: DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO


Sarmiento con joya masónica
Domingo Faustino Sarmiento fue iniciado masón el 31 de julio de 1854, a los 43 años en la Logia Union Fraternal de Valparaiso de Chile. En Buenos Aires fue uno de los fundadores de la Augusta y Respetable Logia Union del Plata N° 1.

El 18 de abril de 1882 se aplicó a la Logia Obediencia de la Ley N° 13. Ese mismo año asumió como Gran Maestre o Presidente de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones para el período 1882-1885. Pero renunció en 1883. En ese puesto se convirtió en la máxima autoridad del simbolismo masónico que trabajó en los tres grados de Logia, aprendiz; compañero, y maestro.

En 1883 escribía a una amiga, Victorina Lenoir de Navarro: Era y soy el único propagador del Cristianismo en las escuelas.”
El 12 de marzo de 1859, siendo Director de Escuelas en Buenos Aires, envió una circular a los preceptores del Estado, en la que ordenaba que todas las mañanas cada maestro hiciera que “los niños, puestos de pie y con los brazos cruzados, recen la oración dominical [1] y el bendito.” Todos los jueves debería “conducirlos en persona a la misa parroquial” y también los domingos si las autoridades  lo juzgaran conveniente. El Jueves Santo los conduciría a las estaciones [2]. “El maestro proveerá de alumnos a los señores curas para ayudar a misa y enseñará a los más adelantados esta parte del ritual (…) Los maestros deben persuadirse, al llenar estos sencillos deberes del culto, que son medios de educación por las ideas serias que despiertan en el alma y por el efecto moral que la presencia y número de esos niños producen en las poblaciones.”

Monseñor Franceschi es de la opinión de que Sarmiento veía el liberalismo como algo compatible con la religión católica, porque esta doctrina le había sido inculcada por un sacerdote al que veneraba.

Sarmiento recibió el grado 33, el máximo escalafón del rito escocés antiguo. Fue aceptado el 18 de julio de 1860, y el más alto cargo se lo entregó el Supremo Consejo Grado 33 para la República Argentina. También distinguieron a los ex-presidentes Justo José de Urquiza, Bartolomé Mitre, y al general Juan Andrés Gelly y Obes. Tres días después, le tocó el turno al presidente Santiago Derqui.

Cuando el presidente Mitre lo mandó a Estados Unidos en misión diplomática, Sarmiento viajó como representante de la Gran Logia y el Supremo Consejo Grado 33 de la Argentina. Allí se contactó con el presidente de la Unión, Andrew Johnson, que le regaló un distintivo masónico.

Una vez electo presidente de la Nación, Sarmiento se alejó temporalmente de la Masonería. Con esta decisión quiso demostrar que ninguna institución influiría en el cumplimiento de su funciones públicas.

Sarmiento murió en Paraguay en 1888. Y la Masonería de ese país le rindió honores. Después sus restos fueron trasladados a la Argentina. En San Nicolás de los Arroyos, el ex-gran Maestre Agustín Pedro Justo -padre del futuro presidente argentino que asumiría en 1932-, le rindió honores en nombre de la Masonería Argentina.



Fuente: Clarín
Centro Universitario de Estudios (CUDES)

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